La prevalencia de sobrepeso y obesidad ha aumentado significativamente en México. Aunque son múltiples y complejas las causas del incremento generalizado del sobrepeso y la obesidad en el mundo, existe evidencia de que el consumo de bebidas azucaradas como los refrescos, aumenta el riesgo de obesidad, diabetes tipo dos y otras enfermedades crónicas.
Estudios de investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública muestran que un aumento en el precio de los refrescos inducido por un impuesto podría reducir considerablemente su consumo. Un aumento en el precio del refresco del 10% se asocia con una reducción del consumo de 12.9% con estimaciones usando las Encuestas Nacionales de Niveles de Vida e Ingreso de los Hogares (2002 y 2005); y con una reducción del 10.1% con estimaciones usando las Encuestas Nacionales de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH 2006, 2008 y 2010).
Un impuesto al refresco tendría también importantes beneficios en salud. Estimaciones preliminares muestran que la reducción en el consumo de refrescos podría reducir en 12% los casos nuevos de diabetes, lo que implicaría un ahorro en costos directos de atención médica entre 4 y 21 mil millones de pesos. De igual forma, la reducción del consumo de refrescos podría reducir al menos en 1% la prevalencia de sobrepeso y obesidad, lo que representaría un ahorro en costos directos de atención de casi 7 mil millones de pesos.
La implementación del impuesto al refresco debería ser acompañada y reforzada por otras políticas públicas como el etiquetado y la regulación de la publicidad, así como garantizar la provisión de agua potable particularmente en las zonas más pobres del país.
Artículo disponible en: http://www.insp.mx/epppo/blog/2824-impuestos-refrescos-estrategia-prevencion-obesidad.html
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